sábado, 29 de noviembre de 2008

Perlas de Emile Cioran

  • Resulta increíble que la perspectiva de tener un biógrafo no haya hecho renunciar a nadie a tener una vida.
  • Lo que sé a los sesenta años, ya lo sabía a los veinte. Cuarenta años de un largo, superfluo trabajo de comprobación.
  • Me gustaría ser libre, inimaginablemente libre. Libre como un ser abortado.
  • A medida que los años pasan, decrece el número de seres con quienes puede uno entenderse. Cuando no haya ya nadie a quien dirigirse, seremos al fin tal y como se era antes de sucumbir en un nombre.
  • La ventaja no desdeñable de haber odiado mucho a los hombres es la de llegar finalmente a soportarlos por agotamiento de ese mismo odio.
  • ¿Por qué retirarnos, por qué abandonar la partida cuando nos quedan aún tantos seres a quienes decepcionar?.
  • Si creyera en Dios mi fatuidad no tendría límites, me pasearía desnudo por las calles.
  • Quien no vea la muerte color de rosa padece daltonismo del corazón.
  • Si creemos tan ingenuamente en las ideas es porque olvidamos que han sido concebidas por mamíferos.
  • La historia de las ideas es la historia del rencor de los solitarios.
  • Objeción contra la ciencia: este mundo no merece la pena conocerlo.
  • Un espermatozoide es un bandido en estado puro (ésta no tiene desperdicio..)
  • Todo se vuelve contra nuestras ideas, a comenzar por nuestro cerebro.
  • ¿No deberían ser únicamente las razones de euforia las que regularan el juego de las verdades?.
  • Todos nos confinamos en nuestro miedo-nuestra torre de marfil.
  • ¿El secreto de mi adaptación a la vida? He cambiado de desesperación como de camisa.
  • Mi misión es matar el tiempo; y la de éste, matarme a su vez. Se está bien entre asesinos.
  • El escepticismo es la elegancia de la ansiedad.
  • Sobre un planeta que compone su epitafio, tengamos la suficiente dignidad para comportarnos como cadáveres amables.
  • Es imposible saber si el hombre se servirá durante mucho tiempo de la palabra o si recobrará poco a poco el uso del aullido.
  • Se deja de ser joven cuando ya no se escogen los enemigos, cuando uno se contenta con los que tiene a mano.
  • Ese instante en que creemos al fin haberlo comprendido todo nos da una apariencia de asesinos.
  • Cada vez que tenemos una idea algo se pudre en nosotros. (toma!)
  • Algunas generaciones más y la risa, reservada a los iniciados, será tan impracticable como el éxtasis.
  • La música es el refugio de las almas ulceradas por la dicha.
  • La Creación fue el primer acto de sabotaje.
  • Un solo pensamiento, pero que sea capaz de destruir el universo. (aquí Cioran haciendo amigos)
  • Fuera de la materia, todo es música: Dios mismo no es más que una alucinación sonora.
  • Qué lástima que para llegar a Dios haya que pasar por la fe.
  • Envejeciendo aprendemos a convertir nuestros temores en sarcasmos.
  • Nada delata tanto al vulgar como su rechazo a ser decepcionado.
  • Nadie puede conservar su soledad si no sabe cómo hacerse odioso.
  • Deambula a través de los días como una puta en un mundo sin aceras (ni farolas!)
  • Aburrirse es mascar tiempo.
  • Sólo soy ‘yo’ por encima o por debajo de mí mismo, en la rabia o el abatimiento; a mi nivel habitual, ignoro que existo.
  • 6 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Tomo nota, y esta vez intentaré aprender.

    Rafa dijo...
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
    Fet dijo...

    Era el puto amo.

    natxox dijo...

    La gente me produce asco, tengo asco hasta de mi mismo. Deseo una destrucción completa de todo lo humano, incluidos ellos e incluido yo, ya que no soy especial ni mejor que ellos. Soy una mierda más puesta en este mundo sin mi aprobación.

    Josu Sein dijo...

    Son realmente geniales. ¿Has leído los aforismos de Lichtenberg?
    El poema de 1998 también es muy bueno, romántico y evocador, por cierto

    ALBERTO dijo...

    brillante Cioran.