sábado, 8 de marzo de 2008

Dependencia emocional

La dependencia afectiva emocional es el temor patológico que siente alguien a romper con su pareja o vivir en soledad. Los síntomas son muchos, nerviosismo, sudor, un nudo en el estómago, fijación, emotividad llevada al límite, hasta que ese objeto de deseo se convierte en obsesión incontrolada, haciendo de él un ser dependiente.
Un esclavo de sus propias emociones. Y no es adicción al amor. Porque querer mucho no es una adicción, puede ser un acto heroico o lo más maravilloso que puede ocurrirle al ser humano, pero querer mucho, querer demasiado.. es malquerer. Un comportamiento adictivo y obsesivo hacia otra persona es malvivir el amor. Cuando una persona se obsesiona, se instala en una relación depresiva o vive el amor tormentosamente.. no es debido al amor ni a la persona…la causa hay que buscarla en su interior. El adicto al amor se queda en la etapa pasional, perpetuándola indefinidamente de manera ansiosa e inmadura, comportándose dentro de la relación como un drogodependiente lo haría con la droga. Mendiga amor, no se tiene respeto y cuando la pareja se rompe, se encierra en si mismo como lo haría una perla dentro de una concha. Una concha que si intentas abrir, saca sus dientes afilados dispuestos a clavarse, como una flor carnívora. Y le convierte en alguien despiadado tan centrado en si mismo y en los sentimientos que lo ahogan que no es capaz de ver que su actitud, su comportamiento puede herir a aquellos que dice amar. Porque no soporta un no. Porque odia el rechazo. Porque no tiene resistencia a la frustración. Porque se siente solo.. y no sabe estar solo. La dependencia castra, enferma, incapacita, elimina criterios, degrada y somete, deprime, genera estrés, asusta, cansa, desgasta hasta que finalmente acaba con todo residuo de humanidad posible. Y con la propia dignidad. A veces, su soledad es tan inmensa, tan intensa, que temeroso e inseguro se lanza en brazos de la primera persona que sale a su encuentro. Dicen que el que sufre de adicción afectiva disminuye sus defensas al mínimo y deja entrar a cualquiera. Está perdido. Está vendido: buscando el amor, se ofreció a sí mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exactamente el hombre con el que acabo de terminar mi relación. Yo, en el fondo intentando coger impulso y salir a flote.
Arritxu