André Compte-Sponville es un filósofo francés que defiende la espiritualidad laica y la “alegre desesperanza” en un tiempo de muchas preguntas y pocas respuestas. Es capaz de llenar grandes auditorios hablando de filosofía y ha escrito libros con títulos tan expresivos como "Pequeño tratado de grandes virtudes", ¿Es moral el capitalismo? o "La felicidad, desesperadamente".
El filósofo cuenta que estamos amenazados por dos peligros simétricos: por un lado, el fanatismo, el integrismo y el oscurantismo, y por otro, el nihilismo. Y dice tener la impresión de que la civilización occidental no sabe muy bien qué hacer ante estos dos peligros.
"Nihilismo viene de nihil que en latín significa nada, así que los nihilistas son las personas que no creen en nada, que no respetan nada, que no tienen ni valores, ni principios, ni ideales. Hay un novelista, Michel Houellebecq que hace una descripción nihilista de una sociedad nihilista. En su última novela, el personaje principal dice: “A mí sólo me interesa mi polla, nada más”. Un nihilista es eso: alguien al que no le interesa nada más que su pequeña trivialidad, sea el sexo, el dinero, el lujo. Lo que nos tiene que dar más miedo es que no tengamos nada que poder oponer al fanatismo de unos y al nihilismo de los otros. Combatir a Bin Laden o al Opus Dei con las posiciones de una sociedad como la que describe Houellebecq nos lleva al desastre".
El nihilismo renuncia a los valores, pero el fanatismo intenta apropiárselos. Frente a ambos, André defiende una espiritualidad laica: La defensa de los grandes principios que la historia ha seleccionado como valores de progreso, desde el “no matarás” del cristianismo hasta los valores de igualdad y libertad de la Ilustración.
"Yo cuando leo los evangelios, estoy de acuerdo en lo esencial con sus postulados morales, igual que cuando leo a Platón, Aristóteles, Epicuro o a los estoicos. Lo que sería una pena es que, por el hecho de no creer en Dios, como es mi caso, prescindamos de esa herencia, porque eso conduce al nihilismo y echa leña al fuego de los fanáticos, que dirán que la única manera de escapar del nihilismo es la religión. No es necesario creer en Dios para estar ligados a unos valores morales".
"Soy materialista, y también racionalista y humanista. ¿Qué significa esto? Significa que pienso como Epicuro y como Marx también, que todo lo que existe es material, que no hay un Dios inmaterial ni un alma inmaterial, y que lo que piensa en mí es el cerebro. Pero también soy humanista, no un humanista especulativo que celebra la grandeza de la naturaleza humana, en la que no creo, sino un humanista convencido de que, dado que no existe un Dios, la humanidad es lo más preciado que tenemos y hay que preservarla a pesar de sus debilidades".
Gracias por descubrirme este artículo, Raphael.
1 comentario:
ESPIRITUALIDAD LAICA: La paideia griega tenía como propósito educar a la juventud en la virtud (desarrollo de la espiritualidad), la sabiduría (cuidado de la verdad, estudiando la física, la lógica y la axiología), y el cultivo de sí (mediante la práctica continua de ejercicios físicos y espirituales, a efecto de prevenir y curar las enfermedades del cuerpo y el alma); la oratoria y la retórica o arte discursivo para atacar o defender una causa o litigio en la tribuna pública, y dirimir eficazmente los asuntos que se dan en la administración y gobierno de las polis, a efecto de alcanzar la sociedad perfecta. El educador, utilizando el discurso filosófico y la discusión de casos y ejemplos prácticos, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo, ilustra lo que es la trascendencia humana y como alcanzarla llevando una vida en el bien y la verdad. Y por su autentico valor pedagógico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar la trascendencia humana imitando a Cristo (Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela), y la sociedad perfecta (Reino de Dios) practicando el activismo social intenso. Meta que no se ha logrado debido a que la mitología del Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar retomando la paideia griega de Cristo, separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su teología fantástica que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. http://es.scribd.com/doc/73946749/Jaque-Mate-a-La-Doctrina-Judaizante-de-La-Iglesia
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