sábado, 1 de marzo de 2008

La alegre desesperanza

Hay una frase del libro "La felicidad, desesperadamente" de André Compte-Sponville que describe a la perfección una sensación interna que yo atribuía a esa especie de existencialismo que me invade de vez en cuando pero que disimulo bien con un carácter en apariencia alegre y que él denomina "la alegre desesperanza". Dice a ese respecto: "Quizá por la familia tan difícil en la que crecí, he sido siempre más sensible que otros a la fragilidad de la existencia. Pero en general vivo en lo que en términos filosóficos denomino “la alegre desesperanza”: una vez que hemos entendido que hay cosas que no podemos controlar y que sólo nos espera la muerte, nos damos cuenta de que lo mejor que podemos hacer es disfrutar al máximo de la vida que tenemos". "Para ser feliz es mejor desear únicamente lo que depende de nosotros mismos. Los estoicos distinguían entre lo que depende de nosotros y lo que no. Y es mejor desear aquello que depende de nosotros, porque en ese caso querer significa actuar, que desear aquello que no depende de nosotros, porque entonces hay que contentarse con esperar. Obviamente, uno encuentra más felicidad en la acción que en la esperanza, porque si deseas lo que no depende de ti, tendrás miedo de que no suceda. El camino hacia la felicidad es el camino de la acción, del amor".

1 comentario:

Josu Sein dijo...

Conozco a muchísima gente que cree en el destino inamovible, en intentar ver señales en los sueños y en la vigilia que te dicen qué TIENES que hacer, supersticiones como lanzar una moneda para tomar decisiones dependiendo de qué lado quede hacia arriba creyendo que eso es otra señal, gente que incluso paga para que le llegue al móvil las predicciones de su signo zodiacal para ese día, etc. Siempre he pensado que si eso fuera así, ya que si existe el bien existe el mal (uno no puede existir sin el otro), ¿por qué no pensar que te vienen señales para despistarte y que no hagas lo que sientes que tienes que hacer? Eso sólo es cobardía y pretender que otras personas o supuestos seres decidan por ti (que yo también peco de eso, cuidado, pero me doy cuenta). Alaska siempre ha defendido que lo importante es hacer lo que sientes que tienes que hacer, salga bien o mal (si sale mal aprendes), que es mejor arrepentirse de lo que has hecho que no de lo que no has hecho. En una entrevista que Pedro Ruiz le hizo a Alaska lo dijo con sus propias palabras. Si la cagas cágala con tu culo, por lo menos que la mierda sea tuya. Ah, y el director de cine David Cronenberg, siempre dice que es absolutamente ateo y sólo cree en lo material y lo biológico (eso no excluye la intuición), pero que es precisamente eso lo que le hace interesarse por lo humano y ser humanista.