Copia y pega de dos artículos de Juan José Millás y El Gran Wyoming en clave de humor sobre la manifestación del pasado 30 de Diciembre en la que esta Iglesia facha, ridícula y casposa (que nos merecemos?) dijo haberse reunido en defensa de la familia cristiana para acabar atacando leyes sobre el aborto, el divorcio express, la asignatura Educación para la Ciudadanía y por supuesto, el matrimonio gay. Y eso que a los socialistas sólo les ha faltado bajarse los pantalones delante del Papa y han hecho concesiones impropias de un partido de izquierdas que gobierna en un país supuestamente "aconfesional"... ¿Qué más quieren estos gañanes episcopales?
Películas. J.J.Millás (Extraído del diario El País) ...... "La plaza estaba llena de parejas con niños que habían acudido al reclamo de una organización cuyos miembros tienen prohibido casarse y procrear. Aunque el acto pretendía ser una exaltación del matrimonio cristiano, los que ocupaban la tarima eran, sin excepción, solteros (como si un analfabeto voluntario pregonara las bondades de la lectura). Al poco, no obstante, de que comenzara el acto, dejó de exaltarse el matrimonio cristiano para censurar todos los demás.
Nadie prohibía a los manifestantes casarse por la Iglesia ni atarse a la misma pareja durante el resto de su vida ni tener cuantos hijos les viniera en gana. Tampoco se les obligaba a utilizar el condón ni ningún otro método anticonceptivo. Pero les molestaba enormemente la existencia de uniones que no se atuvieran a las normas de la suya.
Los solteros de la tarima, que vestían, por cierto, de un modo muy llamativo (luego dicen que los adolescentes les provocan), solicitaron la abolición del divorcio y del laicismo y exigieron al Gobierno más libertad sin que a nadie, entre los congregados, le pareciera incoherente que se pidiera una cosa y su contraria.
Si añadimos que había muchas personas mayores, que habían conocido el franquismo, así como el papel represor de la Iglesia a lo largo de aquellos 40 años, el espectáculo resultaba delirante (y sombrío, para decirlo todo). Aparecieron en la tele monjitas muy ancianas que posiblemente habían sido carceleras de aquel régimen (trabajo que algunas órdenes religiosas aceptaron con gusto) y sacerdotes con canas que quizá habían asistido a más de una ejecución.
En otro canal, Fraga Iribarne, palanganero mayor del Caudillo y presidente del PP, corroboró que la dictadura había sido un remanso de paz. Antes de irnos a la cama vimos una película de indios y americanos en la que los indios eran los malos".
Defendiendo la democracia, como siempre. Gran Wyoming. (Extraído de su blog Asuntos&Cuestiones en el diario Público).... "Quiero mostrar mi apoyo incondicional, antes no tuve ocasión, a la concentración celebrada en el Paseo de la Castellana de Madrid, hace unos días, en defensa de la familia y los derechos humanos. El acto de protesta lo convocó la cúpula de la jerarquía eclesiástica ante el perverso acoso que padecen las familias de bien y que, según afirmó el obispo de Valencia, “puede acabar disolviendo la democracia” (el que avisa no es traidor).
Los obispos se echan a la calle para defender una democracia por la que han luchado con denuedo a lo largo de la triste historia autoritaria de nuestro desgraciado país. Enemigos del quinto mandamiento, que prohíbe matar, lucharon contra Franco, el dictador que, puesto a dictar, dictaba penas de muerte como dios (es un decir), y le cubrían con un palio para que los rayos del sol no incidieran en su piel y muriera por falta de vitamina E.
En su peligrosa tarea de traer la democracia a España, le hacían el saludo fascista para que se confiara y creyera que estaban de su lado. En esa labor clandestina de camuflaje, se veían obligados a disfrutar de los privilegios que les concedía el dictador, y a callar cuando su policía perseguía a los practicantes de otras religiones. Debió de ser duro. ¡Cómo le engañaron! Siempre les creyó a su servicio mientras tejían en la oscuridad los mimbres que trajeron la libertad a los españoles.
Por eso, no es de extrañar que se indignen cuando ven peligrar nuestra democracia. Una pena que sólo acudieran 180.000 personas en lugar del millón y medio que dijeron al Papa que había allí. Pero bueno, las mentirijillas son pecados veniales. También mintieron durante los 30 años de dictadura por una buena causa. Entonces, como ahora, en defensa de la libertad."
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