Nacido de padre judío y madre católica, sus padres se divorciaron cuando era joven debido a sus irreconcialiables diferencias religiosas. Trabajó como fotógrafo de guerra entre 1961 y 1964 en la Guerra de Vietnam. Después estudió escultura y en la Universidad de Nuevo México consiguió su Máster en Bellas Artes.

En una entrevista, Witkin declaró: "Seamus Heany, que recién acaba de ganar el premio Nobel de literatura, dijo " La finalidad del arte es la paz". Me parece una frase admirable. La razón por la que vamos a Museos y la razón por la que admiramos cosas bellas es porque ya no hay muchas cosas bellas allá afuera. Pienso que los Museos se han convertido en un especie de nuevo centro religioso, como centro espiritual de la vida secular."
Cadáveres, enanos, deformes, hermafroditas y sadomasoquistas retratados en escenarios surrealistas, barrocos, religiosos, masoquistas e incluso zoofílicos. Witkin une la fealdad, la deformidad y la muerte para crear una belleza con su impronta.
Cadáveres, enanos, deformes, hermafroditas y sadomasoquistas retratados en escenarios surrealistas, barrocos, religiosos, masoquistas e incluso zoofílicos. Witkin une la fealdad, la deformidad y la muerte para crear una belleza con su impronta.


6 comentarios:
No sé si se trata de un artista con un mundo onírico muy potente o directamente un puto psicópata. Voy a meditarlo un poco más. Lo que está claro es que ha creado un lenguaje plástico propio, y sólo por eso ya es susceptible de valorarse. En el universo plástico es tan fácil la repetición como dificil el sorprender.
Indiferente no deja. Que no es poco.
No pondrías una de sus fotos en tu casa pero ya te has decidido a hablar sobre él, ¿eh? Eso es porque te sigue picando el gusanillo. Ten en cuenta que mucha gente siente con Saudek lo que tú con Witkin.
Yo desde luego que sí pondría en mi casa "Man with dog" (la foto de la transexual con el perro). No sólo no es desagradable sino que es preciosa, y una de mis obras favoritas de toda la historia de la fotografía.
A la colección sólo le falta la fotografía del carnet de conducir de mi cuñado... ;-)
Grandiosísimo cabrón.
parece que todos posaron gustosamente en esa foto (no importa si los muertos y los esqueletos estaban gustosos o no), con lo cual me parece estupendamente que el autor quiera mostrar engendros, horrores, marginalidad, los cuartos más oscuros de nuestros pensamientos. no las pondría en el salón, pero no me importaría en absoluto ir a ver las fotos en una exposición.
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