CERDO
Al cerdo cuyo cadáver procesado vemos en la foto, es muy posible que le cortaran los colmillos de pequeño, así a pelo sin anestesia ni nada, para evitar el canibalismo entre los individuos adultos. Igualmente es posible que le cortaran el rabo -por el mismo sistema- porque con la locura del cautiverio se lo muerden unos a otros. Pasará su vida encerrado en un pequeño cubículo, sucio, enfermo, sin ver el sol ni desarrollar sus necesidades más elementales, engordando con comida prefabricada. Otros con más suerte viven al aire libre. Pero todos ellos, cuando sus explotadores lo ven oportuno, se envían hacinados en un camión, en un transporte de horas o días -muchos no llegan vivos y ninguno sano- al lugar donde verá como van siendo asesinados sus compañeros hasta que le toque el turno a él.
AVES
Al nacer, si tuvo la dudosa suerte de ser hembra, se la envió en una gran máquina clasificadora a las jaulas de engorde (a sus compañeros machos normalmente se los tritura vivos y se los destina a comida para “mascotas”). Antes se le cortará el pico en un proceso mecánico sin anestesia para evitar los frecuentes ataques entre las gallinas que viven hacinadas. Lo más probable es que haya pasado toda su vida en esa jaula, sin apenas poder moverse ni extender las alas, siendo atacada por sus compañeras de infortunio. Quizás tuvo la suerte de vivir en un espacio abierto sin jaulas, pero igualmente sin ver la luz del sol en toda su vida. Hay alguna remota posibilidad de que viviera en una granja al aire libre. Pero en todos los casos, cuando deje de poner los suficientes huevos para ser considerada “rentable”, será asesinada.
TERNERA
La ternerita o ternerito fue separada de su madre al poco de nacer. Nunca la volvió a ver, ni pudo mamar ni recibir sus cuidados como cualquier otro cachorro de humano, de vaca o de cualquier otro mamífero. Pasó su vida en un pequeño cubículo recibiendo una alimentación deficitaria en hierro para que su carne sea más blanca. Esto la enloquece hasta el punto de que lame los barrotes de su celda para obtener hierro. Vivirá unos pocos años así, siendo sobrealimentada, y será asesinada aún joven para que su carne sea “tierna”. Su madre tampoco tuvo mejor suerte, se pasó la vida pariendo (para lo cual generalmente es violada por una máquina) y perdiendo a sus cachorros, hasta que sea demasiado vieja para ello y se la envíe al matadero.
VACAS
Después de parir, la vaca tenía sus ubres preparadas para dar de mamar a su hijo. Pero se lo quitaron, y la enchufaron a una máquina artificial de ordeño. Toda su vida ha sido parir y ser ordeñada, es decir, sus ubres enchufadas a una máquina día tras día, noche tras noche, toda su vida. Hasta que, exhausta, está demasiado enferma para seguir pariendo y será asesinada a una edad mucho más temprana que la que le correspondería naturalmente. En unos pocos casos, puede que la leche provenga de una vaca que vivió en libertad, algunas en mejores condiciones y otras peores. Pero ninguna murió de vieja: cuando la vaca no es rentable, será conducida en un camión al matadero, donde llegará probablemente enferma y tal vez con las patas rotas, debido a su enorme peso y a no haber podido moverse en toda su vida. Es probable que empiecen a despellejarla o a seccionar su cuerpo con una sierra mecánica mientras aún está consciente.
Ubre de una vaca infectada con mastitis.
PECES
Tal vez vivió en el mar, o tal vez en una piscifactoría. Si tuvo la suerte de pertenecer al primer grupo, puede que viviese una vida normal, dentro de nuestros contaminados océanos. En el segundo caso, vivió en condiciones artificiales para engordar en el menor tiempo posible. Sus formas de morir pudieron ser diversas: arrastrado en una enorme red en la que murió ahogado y aplastado por cientos de sus congéneres, o tal vez pescado con caña, con lo que un artefacto metálico se le introdujo en su boca desgarrándola. Tal vez fue asesinado a cuchillo como se hace en algunas zonas con peces grandes, dentro del agua o subido a un barco donde fue desollado vivo mientras trataba de respirar. Una curiosidad: no hay estadísticas del número de peces muertos, se cuentan por toneladas. La industria pesquera no tiene muertos, sólo tiene toneladas de muertos.
Y ahora, cuéntame todas esas excusas que pones para seguir comiendo animales.