Nos contaron que en el ranking de robos cometidos por ciudadanos europeos, los españoles estaban a la cabeza. No he comprobado la veracidad de este dato (aunque doy fe) pero conforme voy viviendo las noticias del día a día, más me acuerdo de aquel viaje, y comparo modales, educación y ética.. y me pregunto cómo es posible no envidiarlo. Aquí cuentan que la rapiña está casi normalizada. Casi todos la practicamos de un modo u otro. Por curiosidad, por guasa, por vicio, por imitar a otro.. Y casi todos tenemos algo en común: el escaqueo, el marujeo, la vagancia, la juerga y el buitreo.
Me cuenta una amiga que lleva sin cobrar varios meses, luego me cuenta otra en la misma situación que sus jefes están al borde de la bancarrota, que los bancos aprietan, que no reciben ayudas y lo más sangrante: que desesperados por conseguir algo de efectivo para seguir adelante, quisieron vender una máquina valorada en 30.000 euros a un señor que les ofreció 950. Aves de rapiña planeando sobre el cadáver, aprovechando la necesidad de otros para lucrarse.
El otro día me rompieron la luna del coche para robarme y nadie vio ni oyó nada, ni la policía científica hizo nada (huellas en superficie rugosa dicen no son fiables) ni aquí ha pasado nada. El tipo que me robó, de haberlo pillado en ese instante la policia, hubiese salido un par de horas por la puerta a delinquir de nuevo, después de tomarle declaración. Es lo habitual. El seguro de mi coche y el de hogar no se hacen cargo. Conclusión: a la gente no le importa, a mis compañías aseguradoras no les importa, al chorizo no le importa, a la policia no le importa, a la justicia no le importa, al gobierno no le importa.
Un país convulsionado por una crisis mundial que aún permanece en el fondo junto a Grecia y Letonia, con una pésima gestión de un Zapatero cada vez más patético e incompetente, y con una oposición profundamente podrida y corrupta. Esto es lo que tenemos. Y la ciudadanía? Bien, gracias.
Esta siendo muy comentado atrasar la edad de jubilación a los 67 años. Otra de las metidas de pata o giros de trombo a la derecha de esta clase de políticuchos de izquierda a los que hemos votado.
Ayer viendo a Obama delante del Congreso, defendiendo sus ideas y su programa político a pesar de las oposiciones republicanas a la reforma de la Sanidad en EEUU, me daba cuenta de que tanto Obama como Zapatero en su momento representaron para mí la alegría de un cambio. De una especie de brisa fresca que limpió el aire nauseabundo que dejaron sus antecesores.
No sabría qué decir de Obama, me parece un político de una talla increíble. A mi aún me convence, quizá necesite una segunda legislatura para que se vea realmente quién es. Desearía que su discurso no fuese una obra teatral "presidente negro y mesías" escrito por algún jefe de campaña de publicidad para lograr el apoyo del pueblo. A Zapatero le escribieron uno muy chulo sobre ley de matrimonio homosexual, alianza de civilizaciones y otros fuegos artificiales. Sólo hubo que esperar que se disipara el humo y apareció: ley de sostenibilidad, aumento del iva, edades de jubilación..etc.
Las empresas están sometiendo a sus empleados a episodios de miedo generalizado. Los trabajadores son capaces de cualquier cosa con tal de mantener su puesto: Hacer más horas y no cobrarlas; ser despedido, cobrar el paro y seguir trabajando para ellos; ocuparse de unas tareas que antes hacía el despedido de turno. Los empresarios aprovechan los ERE para quitarse de encima a los que molestan y los sindicatos no abren la boca, no son capaces de movilizar a una masa que ya no cree en ellos y hacen como que hacen, sin hacer nada y así un largo etcétera de causas-efectos de la ralea que nos retrata.
Los bancos ponen palos a las ruedas y nadie puede ni hace nada. Los negocios se quejan, maldicen, los particulares también, pero en bares o en su casa cenando mientras ven Gran Hermano. Algunos lo escribimos en un blog.
Los bancos son entes feudales. Y nosotros buenos siervos.
Este es un país que adora a Belén Esteban, bautizada como la princesa del pueblo, un país que vota a corruptos mientras consigan prebendas, un país que adora al sinverguenza, al pícaro, al caradura porque se acuestan con las más guapas, un país de empresarios que declaran a Hacienda ser mileuristas y mileuristas conformistas a los que sablean por todos lados. Una nación que se divide entre los nostálgicos del antiguo regimen que aplauden las soflamas de una iglesia carca... y el resto: la gente normal. Un país de pícaros lázaros que en lugar de alforjas, llevan un Ipad. Una república bananera que preside la Unión Europea. Un país atestado de personajes que van al Diario de Patricia.
Ahora toca inmigración. Ayuntamientos que no quieren empadronar sin papeles. Gobierno central que habla de vulneración de la sagrada constitución. Un político que dice que es de izquierda y argumenta lo no racista que es mientras se atusa el pelo y sesea. Y la calle es un fervor, con gente que no sabe si cobrará la pensión (aunque trabaje hasta los 67) pero que habla de inmigrantes que quitan los trabajos, que abaratan los sueldos, que se quedan a nuestras mujeres -y hombres-, que delinquen y que no se adaptan a nuestras bonitas costumbres..
La propaganda ideológica cumple muy bien su papel. Los de arriba manejan el cotarro a su antojo y nosotros nos damos de hostias con el de enfrente o el que está más abajo. Porque no tenemos coraje, porque tememos al poder, porque nos reconocemos en sus defectos, porque en el fondo lo deseamos, lo envidiamos.
No me parecería descabellado pensar que un futuro no muy lejano, el nivel de corrupción y desidia se extienda a policias que indiferentes ante un delito se dediquen a rellenar informes, jueces que trabajen 6 horas, nombrados a dedo y debiendo favores, ejecutivos de banco con primas multimillonarias, canallas que ocupan cargos públicos dejando a cientos de trabajadores en la puta calle, ex políticos causantes de guerras que ganan millones dando conferencias o asesorando a magnates y ex periodistas antes al servicio del poder y ahora asesorando a mangantes.
No me extrañaría nada.