Cadáveres, enanos, deformes, hermafroditas y sadomasoquistas retratados en escenarios surrealistas, barrocos, religiosos, masoquistas e incluso zoofílicos. Witkin une la fealdad, la deformidad y la muerte para crear una belleza con su impronta.
sábado, 31 de enero de 2009
Inclasificable Joel-Peter Witkin
Cadáveres, enanos, deformes, hermafroditas y sadomasoquistas retratados en escenarios surrealistas, barrocos, religiosos, masoquistas e incluso zoofílicos. Witkin une la fealdad, la deformidad y la muerte para crear una belleza con su impronta.
Surrealismo, collage y estética punk
sábado, 24 de enero de 2009
jueves, 22 de enero de 2009
Putos neocon
miércoles, 14 de enero de 2009
Dios (no) existe
La frase "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida" deja una pregunta en el aire. La palabra "probablemente" implica posibilidad así que si la elección de ésta ha sido por cautela, para no ofender a los creyentes, ¿por qué reaccionan tan mal los cristofrikies? Como dice Josep Ramoneda: "La palabra "probablemente", que encabeza el anuncio, podría hacernos pensar en unos ateos tan sensibles al temor de Dios que son muy prudentes al negar su existencia." Porque si un ateo niega la existencia de Dios, entonces.. ¿qué han querido decir con ese "probablemente"? ¿Que no hay certezas de que Dios exista pero tampoco las hay de que así sea? Si lo piensas bien, la frase es tan atea como religiosa.
Analicemos esta otra frase: Deja de preocuparte y disfruta de la vida.. Nietzsche dijo "el concepto de Dios fue inventado como antítesis de la vida: concentra en sí, en espantosa unidad, todo lo nocivo, venenoso y difamador, todo el odio contra la vida". Entonces, ¿creer en Dios y disfrutar de la vida son dos conceptos contrapuestos? ¿Estamos en condiciones de asegurar que Dios va en contra de la libertad del hombre y de su disfrute?.
Muchos dicen que el dinero invertido en esta campaña es un despilfarro absurdo. No dudo que haya mejores formas de gastarse el dinero y modos más brillantes de declararse ateo pero después de haber soportado durante toda mi vida espectáculos sangrientos en honor a santos, procesiones de semana santa, belenes vivientes, misas de gallo en navidades, celebraciones religiosas casposas como bautizos, comuniones, bodas, funerales.., para ver año tras año cómo sigue forrándose y viviendo de lujo toda esta jerarquía de chupópteros del clero a base de manipular a la gente y de aprovecharse de su ignorancia sólo me queda por decir: Bien por la iniciativa. Pero no nos quedemos sólo con la propaganda ideológica, vayamos más allá. Después de todo, si los ateos, los agnósticos, los no creyentes (los que se declaran "creyentes pero no practicantes" merecen post aparte por hipócritas y "cristianos a la carta") o los librepensadores de los que habla Dawkins quieren declarar públicamente sus no creencias, quienes son los creyentes para prohibírselo?
De recuerdos y viajes
Para la conservación de recuerdos.. los Famas proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".
Los Cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno de esos recuerdos, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones." Es por eso que las casas de los Famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los Cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean.
Los vecinos se quejan siempre de los Cronopios, y los Famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.
Los viajes
Cuando los Famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas. El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades.
Terminadas estas diligencias, los viajeros se reunen en la plaza mayor de la ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de "Alegría de los famas".
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
Hay un tercer tipo de personas: Los esperanzas. Ellas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas.. y los hombres, son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.
Historias de cronopios y famas. Julio Cortázar
viernes, 9 de enero de 2009
A nuestros líderes políticos
Ni una palabra, ni un sólo recuerdo, ni una señal de dolor por los cientos de muertos: mujeres, niños, ancianos y militantes de Hamás, también ellos son seres humanos. Hogares, edificios enteros, ministerios, escuelas, farmacias, comisarías de policía, hospitales hechos pedazos. ¿A dónde ha ido a parar vuestra compasión? ¿Cómo podeís seguir callados o disculpar siquiera la permanente política de agresión israelí?
Los habitantes de Gaza y de los Territorios Ocupados (West Bank) –todos palestinos– están pagando el precio del terrible fracaso de la comunidad internacional, incapaz de obligar a Israel a respetar la ley internacional y a poner fin a su sangriento colonialismo. Es cierto que Hamás, con sus cohetes, constituye también una amenaza para los colonos israelíes y para la población civil que debería ser condenada. ¡Basta ya con la impunidad de Israel y el continuo chantaje de sus líderes!
Desde 1967, Israel ocupa militarmente los territorios palestinos. Una ocupación brutal: el robo descarado de la tierra, la demolición de casas, los checkpoints donde los palestinos son continuamente humillados y hostigados; las colonias que no dejan de construirse de forma ilegal y que se apropian no sólo de la tierra, sino de todos los recursos acuíferos, destruyendo las cosechas; y miles de prisioneros políticos que ni siquiera tienen el derecho a recibir visitas de su familia.
Vosotros, líderes políticos: ¿acaso no habéis visto alguna vez la desesperación en los ojos de un campesino palestino que, desesperado, se abraza al tronco de su olivo mientras los bulldozers intentan desarraigarlo, mientras los soldados le golpean con sus rifles para obligarle a soltarlo?
¿O a una mujer dando a luz detrás de una roca mientras su marido corta el cordón umbilical con una piedra porque los soldados israelíes, simplemente, no le dejan cruzar el checkpoint para ir al hospital?
¿Habéis visto a Um Kamel, desalojada de su casa, construida con el sacrificio de toda una vida, porque los fanáticos judíos –no las víctimas del Holocausto, sino los de Brooklyn–, piensan que esa tierra les pertenece por mandato divino y que, por lo tanto, tienen derecho a ocuparla para construir otra colonia judía en el corazón de la ciudad vieja de Jerusalén?
¿No habéis visto, quizá, a los niños de los pueblos de los alrededores de Tuwani, al sur de Hebrón, que para ir a la escuela se ven obligados a caminar durante más de una hora y media porque los judíos han construido una colonia en el medio de la carretera que une las dos ciudades y si les ven pasar por allí son atacados con piedras y otros objetos?
¿O a los pastores de Tuwani, que ven las aguas de sus pozos envenenadas por los fanáticos y no pueden dar de beber a su ganado?
¿O la ciudad de Hebrón, reducida a la nada porque 400 colonos judíos han ocupado la ciudad vieja que, a su vez, se ha visto rodeada por miles de soldados que han expulsado de sus casas a sus propietarios palestinos obligándoles a cerrar más de 840 comercios?
¿No habéis visto, acaso, el muro que atraviesa calles y barrios; que roba tierras de cultivo; que separa a las familias palestinas; que se apropia de la tierra fértil y de los acuíferos en beneficio de Israel?
¿No habéis visto a los pacientes de cáncer esperando en el paso de Eretz el permiso para poder recibir tratamiento en los hospitales y siendo detenidos y obligados a regresar por “razones de seguridad”?
En los últimos 19 meses, 283 personas han muerto por falta del cuidado médico que deberían haber recibido en algún lugar del extranjero porque no les permitieron cruzar a pesar de recibir garantía por parte de los médicos israelíes, pertenecientes a un grupo de defensores de los Derechos Humanos.
¿Habéis sentido el frío de las noches de Gaza, un frío que atraviesa los huesos porque no hay ni luz, ni combustible?
¿O acaso sabéis de los bebés prematuros nacidos en el hospital de Shifa, cuyos pequeños cuerpos luchan por sobrevivir, pero que mueren irremediablemente cuando su incubadora se queda sin luz durante media hora?
¿No habéis visto el miedo, el terror en los ojos de los niños, sus cuerpos destrozados?
Ciertamente, el miedo de los niños de Sderot no es diferente y los cohetes de Hamás también pueden matar, pero, al menos, ellos tienen un lugar donde cobijarse y, afortunadamente, nunca han tenido que ver sus edificios bombardeados, docenas de cuerpos desmembrados o aviones que lanzan bombas de fragmentación sobre sus cabezas.
Una sola muerte es ya mucho, pero el “número de muertes” también suma en la cuenta del horror.
Desde 2002, 20 personas han muerto debido a los cohetes, mientras que en Gaza miles y miles de casas han sido destruidas y más de 3.000 gazawis han resultado muertos, incluyendo cientos de niños que no tenían nada que ver con el lanzamiento de cohetes.
Cuando, en las manifestaciones que están teniendo lugar en toda Europa, se queman banderas israelíes, vosotros, los líderes políticos, mostráis enseguida vuestro enérgico rechazo, gritáis vuestra condena a los cuatro vientos. Estáis en vuestro derecho. Yo no quemo banderas de Israel, ni las de ningún otro país, y creo que también Israel tiene derecho a existir, pero me hubiera gustado oír también vuestros gritos de rechazo y de pena ante todas estas muertes y toda esta destrucción debida a la arrogancia y a la crueldad de un Estado que ni siquiera respeta la ley internacional.
Me hubiera gustado oíros mandar a Israel que cese de disparar, que ponga fin al bloqueo de Gaza, que detenga la construcción de colonias en los territorios ocupados, que acabe con la ocupación militar, que respete y ponga en practica las resoluciones de las Naciones Unidas.
Porque esa y sólo esa sería una forma efectiva de acabar con su inseguridad.
Y, de paso, escuchen también a los miles de ciudadanos israelíes que se manifiestan en Tel Aviv.
Escuchen lo que gritan: “No queremos ser enemigos, detengan la ocupación, detengan la masacre”.
¡Dios, en qué mundo tan horrible estamos viviendo!
Luisa Morgantini, Vicepresidenta del Parlamento Europeo
martes, 6 de enero de 2009
Coincidencias
ISRAEL: En 1.948 "nace" el Estado de Israel gracias al plan de partición elaborado por la ONU, expropiando tierras para regalárselas a los judíos que, como se aprecia en el mapa, han ido ocupando territorios y extendiéndose hasta convertir a los palestinos en refugiados en sus propias tierras.
1948-2008: 60 años de resistencia de un pueblo frente a la indiferencia de la comunidad internacional.
sábado, 3 de enero de 2009
viernes, 2 de enero de 2009
jueves, 1 de enero de 2009
Israel, de los nuestros?
En otras palabras: Israel tiene un campo de concentración de más de millón y medio de palestinos.
El Estado judío es una superpotencia nuclear que controla y domina con su poder tecnológico- militar a un país casi indefenso con una población enferma, hambrienta y en estado de catástrofe humanitaria.
¿Porqué ningún país o jefe de Estado (salvo Irán, Venezuela o Cuba) se atreve a denunciar y a condenar públicamente los crímenes y las políticas imperialistas de Israel?. Hay dos razones principales:
A) El que denuncie y condene públicamente a Israel se expone a quedar aislado (y acusado de antisemita) y ser derrocado por un movimiento de presión internacional digitado desde Europa y EEUU, con su poderoso lobby judío.
B) Las organizaciones internacionales (como la ONU y su Consejo de Seguridad), los organismos y tribunales jurídicos que podrían juzgar y condenar a Israel se encuentran en manos de EEUU y de las potencias sionistas aliadas en la OTAN que hacen de la supervivencia del Estado de Israel, su propia supervivencia.
En consecuencia, Israel asesina en Gaza a 300 seres humanos, hiere y mutila a más de 1000, sólo para defenderse del "terrorismo asesino" de Hamas. El que se salga de esa lógica discursiva y analítica es antisemita. Y por ende está del lado de Hitler.
No. Lo que un ser humano dotado de una mínima sensibilidad e inteligencia, sin distinción de ideología ni nacionalidad llamaría al Estado de Israel es"colonizador y asesino". Porque así lo lleva demostrando desde que ocupó unas tierras que no le pertenecían.
J.C. Escudier, en su blog "Merienda de medios", cuenta que según algunos periodistas y colaboradores de diversos medios de comunicación (ABC, Libertad Digital, COPE, La Razón), apoyar una protesta ante el ataque judio a Gaza del pasado mes, es de "fétidos propagandistas de la Izquierda usurpadora cuyo sistemático odio por Israel enlaza a los nuevos progres de mundo con el terror nazi".
"Israel, señores, por si no se habían enterado, son los nuestros”, nos recuerda Juan Carlos Girauta en Libertad Digital. “Lo son, porque el judío es y seguirá siendo la figura que apela a Europa (…)"
No se puede ser más miserable.
Como son varias las mentiras (o medias verdades) que circulan por medios europeos y estadounidenses, promovidos por la Administración de Washington, hay un artículo de Mónica G. Prieto en el que contextualiza hechos y desmonta algunos de los tópicos de Gaza.
Tontuna en Granada
Estábamos en la puerta del Generalife, en una gran cola y Matías pregunta: ¿¿Está ahí dentro Bush???