He leído en Facebook que existe una empresa en Alicante que promete desahucios en pocas horas. En el perfil de la red social aparecen cuatro armarios empotrados con pinta de porteros de discoteca o matones de barrio puestos hasta las cejas de anabolizantes que dicen prestan "Servicios jurídicos".
Lo realmente repugnante de esta gente es comprobar cómo se autopublicitan en páginas y grupos de Facebook mientras la gente les aplaude con las orejas y los llama "ángeles caídos del cielo".
Este artículo creo que explica bien qué hay detrás de esta campaña de desinformación/manipulación y cómo se están lucrando algunos desalmados aprovechando el miedo, la confusión y la incertidumbre de los tiempos en los que vivimos.
"En ningún caso voy a justificar la ocupación de un bien material esencial como es la vivienda o de cualquier otra forma de propiedad privada. Y me voy a reservar mi opinión personal sobre el movimiento social que propugna la ocupación de viviendas o locales deshabitados permanentemente, por activistas, con el fin de utilizarlos como vivienda, tierras de cultivo, lugares de ocio o reunión con fines sociales y culturales, cuyo principal motivo es denunciar y al mismo tiempo responder a las dificultades económicas que existen, para hacer efectivo el derecho a la vivienda en detrimento o a costa del derecho a la propiedad privada.
Campaña de VOX
Mi único propósito es denunciar y desmontar con argumentos el discurso propagandístico del miedo, la violencia y el terror que los autores de esta campaña, el partido ultraderechista VOX, hacen de forma demagógica, populista, mezquina, rastrera y miserable, engañando a la gente para que les vote.
En la actualidad en España hay más de 3’5 millones de viviendas vacías, entendiéndose por vacía que no se utiliza ni de forma esporádica por nadie, el 15% del total del parque nacional. Se calcula que hay 80.000 viviendas ocupadas de forma ilegal. De las cuales las que son viviendas habituales o en alquiler y son ocupadas, como a las que parece que se refiere la vaya publicitaria, constituyen muy pocos casos contados que en seguida saltan a los medios de comunicación por lo injusto de la situación de desprotección que generan, haciendo de lo meramente anecdótico, intencionadamente, una norma general, de los casos aislados, lo universal.
La Ley de desahucio exprés que actualmente está en vigor en España permite agilizar el proceso, según la urgencia y gravedad del caso, por el que los propietarios de una vivienda en el caso de ocupación de la misma, puedan recuperarla. La ley ya garantiza el lanzamiento del desalojo e inmediata recuperación de la plena posesión de la vivienda ocupada por parte del dueño o usufructuarios, agiliza el proceso de recuperación de la vivienda presentando una demanda civil de desahucio para que en el plazo máximo de un mes pueda recuperar su vivienda.
Nunca el uso de la fuerza bruta fue la mejor vía para proteger una vivienda ni para conseguir absolutamente nada, al contrario. Lo que sí debemos exigir a las diferentes administraciones implicadas es que se cumpla la ley y en el menor plazo posible.
Yo no sé lo que pensareis vosotros pero yo creo que responde mucho más al interés general de la mayoría social, que además de una Ley de desalojo exprés que nos proteja de la ocupación ilegal, el Gobierno concentre sus esfuerzos y haga uso de todos los medios que dispone a su alcance para que se cumplan los siguientes artículos de la Constitución Española que garantizan derechos y deberes fundamentales:
Artículo 35
Todos los españoles tienen derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación en razón de su sexo.
Constitución Española
Artículo 47
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
Constitución Española
Yo no sé lo que pensareis vosotros pero yo exijo que en un Estado de derecho democrático, moderno, avanzado y progresista se invierta más en educación y en formación de valores y principios democráticos.
Yo no sé lo que pensareis vosotros pero yo quiero que mi Gobierno se esfuerce por ofrecer desalojos con alternativa habitacional que garantice un realojo en condiciones dignas para el ser humano.
Yo no sé lo que pensareis vosotros pero yo prefiero un Gobierno valiente que se atreva a regular el precio de los alquileres aunque eso en este país suponga, por desgracia, enfrentarse con los poderes económicos.
Yo como feminista y activista LGTBI, pero sobre todo como persona hipersensible en general que ha desarrollado una gran empatía, sobre todo con las desgracias, las injusticias, las opresiones y las desigualdades, me pongo en el lugar de una persona a la que le ocuparan su casa y el sentimiento de desprotección, inseguridad, indefensión y frustración es tremendo. Aún así no necesito que estos primates de VOX ejerzan la violencia por mi, para protegernos y hacer cumplir la ley ya están los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ni que doten a todos los españoles de armas y un permiso de armas para que nos tomemos la justicia por nuestra mano y la ejerzamos nosotros por nuestra cuenta en una especie de selva donde impere la ley del más fuerte. Sabemos que la violencia solo genera más violencia y siempre va en la misma dirección, contra los más desfavorecidos.
A mi no me engañan porque conozco sus técnicas y estrategias:
Practican la apropiación de sentimientos o simbologías con una fuerte carga afectiva como el sentimiento patrio o de pertenencia al grupo hegemónico mayoritario, o como la bandera.
La simplificación de adoptar una idea reduciendo al máximo sus elementos e individualizar al adversario en una sola categoría, en un enemigo único.
La trasposición, cargar al adversario los propios defectos y carencias, el «y tú más» sin mayor aportación. Inventar noticias para controlar la agenda mediática y distraer a las masas de su verdadero propósito. Y sino plantearos por qué se habla tanto de okupación y no de desahucios, cuando por cada casa ocupada hay 90 desahucios. Nos manipulan.
La exageración y desfiguración, convertir algo anecdótico en una amenaza muy grave, sembrando de esta manera el miedo con la propaganda del odio y del terror.
La vulgarización, adaptando el nivel de la propaganda al menos inteligente de los individuos de la masa a la que va dirigida para que el esfuerzo mental a realizar sea el menor posible y de esta forma inocular el mensaje de forma rápida e indolora.
La orquestación o repetición de una idea muy simple que no de lugar a fisuras ni dudas ni mayor desarrollo, globos sonda con informaciones fragmentarias para que dificulte más contrastarlas y verificarlas que asumirla directamente y sin esfuerzo alguno.
Su máxima es: «Si una mentira se repite suficientemente acaba por convertirse en verdad» o » difunde y calumnia, que algo queda».
La silenciación u ocultación de los problemas y violencias que generarían sus propuestas. Contraprogramando con la ayuda de sus medios de comunicación afines. En el caso de la ocupación de viviendas llevan preparando el terreno y creando alarma social como si fuera un problema habitual.
La transfusión, la propaganda opera a partir de un sustrato preexistente ya sea una mitología nacional (muy arraigado el sentimiento de adquisición de vivienda en propiedad), un complejo de odios o prejuicios tradicionales, racismo, xenofobia, rechazo de ciertas minorías étnicas, etc. Se trata de difundir mensajes que ahonden en actitudes primarias o primitivas como son los sentimientos de arraigo, tranquilidad, estabilidad o seguridad que da el derecho a la propiedad privada en este caso la posesión de una vivienda.
La unanimidad, la sensación de que el mensaje cala en mucha gente, de que convence fácilmente, de que se piensa como todo el mundo, del sentimiento de seguridad y pertenencia al grupo, creando una impresión de unanimidad, y en el caso contrario de no pertenencia al grupo, de desarraigo, de desamparo, de destierro, de exilio, de desviación de la norma y de exclusión social.
Os han colado la bandera de España en la mascarilla como arma de intimidación y enfrentamiento contra los que no pensamos como ellos porque no somos supremacistas, racistas y fascistas, pero a mi esta gentuza antidemocrática, autoritaria, intolerante, violenta y ultraderechista no me engaña, conozco muy bien lo que se esconde detrás de sus proclamas panfletarias, de sus eslóganes simplistas, viscerales y miopes amparados en sentimientos patrióticos primarios de pertenencia al grupo.