Tracey Emin y Damien Hirst: ¿dos artistas o dos provocadores?
¿Es el arte contemporáneo una estafa?
¿Quiénes deciden si sus obras son o no obras de arte: la Academia o el público?
Muchos artistas fueron unos incomprendidos, quizá porque iban por delante de su tiempo. Cuando Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina, la Academia le criticó, pero bastó que el pueblo entrara a verla para que se quedara fascinado. Cuando uno rompe el canon establecido es la Academia la que protesta, no el pueblo. Ahora es al revés. La Academia está encantada y la gente no lo entiende. ¿Por qué?
Contemplando las obras de Emin y de Hirst, uno puede pensar: ¿me están tomando el pelo? Da la sensación de que cualquiera con unos cuantos psicotrópicos en el cuerpo y/o una buena dosis de esquizofrenia puede crear objetos que son considerados "arte". ¿Qué es el arte entonces? ¿El que vende? Muchos no estarían de acuerdo con esta definición.
Si arte es la sublimación de la belleza, entonces esto es no arte. Si por arte entendemos la máxima expresión de un sentimiento ¿qué sentimiento nos inspira esto?
Si yo fuese el chico que contempla el ternero de cinco patas podría pensar: Damien Hirst intenta transmitirnos a través de este animal su denuncia por los alimentos transgénicos que ingerimos, por los piensos con los que cebamos a los animales y que junto a otras sustancias contaminantes pueden causarles malformaciones y mutaciones extrañas.
Pero una vez saliese de la galería la conclusión sería: Lo que acabo de ver es una mamarrachada que abusa de la provocación y del impacto visual. Punto.
Ésta otra de Hirst tiene su punto humorístico..
Y ésta otra, titulada "Virgin Mother" la encuentro interesante...
Tracey Emin, también es otra de esas "niñas terribles" del arte. Su obra más conocida: "My Bed", es un montaje de la cama en la que pasó una semana borracha después de un aborto.
Junto al lecho, dos botellas de vodka, un montón de kleenex sucios, bragas y compresas usadas, un cenicero lleno de colillas, condones, tampones, anticonceptivos, gel lubricante.. Las sábanas arrugadas están estampadas con huellas de neumático, manchas de orín y de otro origen indefinible; el edredón, impregnado de sudor, amarillea; las plumas se escapan de las almohadas. Encima del lecho, un letrero luminoso informa: «Cada parte de mí está sangrando». En las paredes, algunos de sus dibujos y un tapiz con la palabra «Joder» en lugar prominente.
Aquí Tracey mostrándonos otra de sus obras: ¿Parece que la artista se introduce toda esa calderilla por el sexo o simplemente se lo está cubriendo con los billetes?
Otra de sus obras más emblemáticas: Everyone I Have Ever Slept With 1963-95
El interior de esta tienda de campaña está adornada con los nombres de todas las personas con quienes alguna vez durmió Tracey.
"Gente como tú necesita follar con gente como yo", otra obra de neón creada por la artista..
Bajo mi punto de vista, creo que gran parte del arte contemporáneo ha caído en lo grotesco y en la más burda provocación. Todo vale con tal de ser el más original. Se ha perdido escuela, trabajo, esfuerzo en pro de un mal llamado "espíritu creativo" que en realidad esconde a un montón de pavos con ínfulas hedonistas cuya vanidad alimentan todos esos mercaderes del arte.
7 comentarios:
estoy esencialmente de acuerdo. duchamp dijo que la ocurrencia de exponer un urinario masculino respondía sólo a la mera provocación, y que le sorprendió después al leer textos y opiniones que se rendían ante su audacia, reconociendo la belleza de un urinario. probablemente nunca quiso llegar tan lejos. a mi me parece estupendo que cada cual exprese lo que le de la gana, con compresas pegadas en una pared, o lo que sea. lo que me alucina es que exista una demanda en ese sentido, que ese arte se cotice. pero bueno, también hay contemporáneo maravilloso, en mi opinión, que quizás a mi vecino le resulte horrible. c'est la vie!
fascinado estoy con esta exposición del arte más irreverente e inverosímil...
no entiendo de infulas intelectuales, la pretensión y la vanidad de estas obras me deja frío, pero me atraen morbosamente, siempre me crean la duda de que si sacáramos esas "obras" de su contexto perderían inevitablemente su fuerza, su mensaje...
en fin, mi cama desecha a diario es mi arte personal, y porque no,ahora que lo pienso, esos pelillos que se quedan en el orificio de mi ducha creando bonitas formas también tienen mucho de artístico...
miss maya, estuve esta tarde de platica con miss x, ha sido una delicia comprobar que la locura y la dulzura permanecen intactas en ella, pendiente queda una reunión with you para ver de cerca esos ojos color "bowie", prometo aparecer, esta vez si...
besazos mil...
Todo lo irreverente y provocador es muy atrayente. De ahí la polémica. Y de ahí al éxito. Pero utilizar la provocación y convertir lo transgresor y que un montón de gente los contemplen con admiración y lo llamen arte... me choca. Pero como decía Raúl.. lo que a uno le resulta maravilloso puede resultar horrible para el otro.
Hablé con miss equis.. gracias por darle el recado. Lo curioso es que siendo como es, me dijera que estoy como una cabra sólo porque cuando me llamó estaba bailando un temazo que sonaba en el pc.. jeje
Dile que necesitamos una reunión con carácter urgente para una posible colaboración entre miss bowie y bohemio de la fé..
Un beso (pero grande!!)
Es lo de siempre, discernir si nos encontramos o no ante el nuevo traje del emperador.
Yo creo que parte del problema es que la academia ya no juega el mismo rol que antes, los tótems se han difuminado.
Y si bien es cierto que hay mucho farsante, no es menos cierto que no todo lo provocativo es intrínsecamente malo.
No sé, la vehemencia es valiente, pero aunque tengamos que avanzar, es siempre higiénico dejar un margen a la duda.
Por si acaso le encontramos una nueva mirada a las cosas.
Como siempre, estoy de acuerdo contigo Héctor. Ante todo, poner en duda. No porque venda mucho o porque tal o cual galería o gurú del arte diga que ciertos "artistas" son de culto hay que venerarlos y decir amén a cuanto engendren.
La realidad es que muchos críticos de arte que trabajan en medios de comunicación, han tenido que callar sus opiniones o dar aceite a tal o cual artista porque no eran politicamente correctas.
Petó
Personalmente entre los 2 me quedo con Damien Hirst. Ya había visto algo de su obra.La obra de Tracey Emin no me usta, aunque, y esto lo digo en serio, me encantaría tener ese neón en mi casa.
la verdad esque habrìa que estudiar con profundidad sus obras y los conceptos que manejan, el discurso del artista constantemente en el arte contemporaneo es mas importante que en si la ecena o el objeto. esta chica traice me dejo con ganas de investigar sobre su trabajo, la verdad se me hizo interesante.
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