sábado, 7 de febrero de 2009

Maldita plaga

Poco me importa hacia dónde vaya la humanidad. Tenemos lo que merecemos. Justo lo que nos hemos buscado. Somos una puta plaga para este planeta y la naturaleza nos arrebatará todo lo que le hemos robado. Al tiempo. Cada cual pagará por sus actos, por sus errores.. lo que no concibo es porqué otros seres deben cargar con las consecuencias de nuestra repugnante forma de vida.

Hoy estaba leyendo la noticia sobre un bebé koala que encontró una familia en Australia completamente desfallecido por las altas temperaturas (44 grados) y al que tuvieron que meter en un barreño de agua fría para que pudiera reanimarse.
Focas apaleadas y despellejadas para comerciar con su piel y su grasa, osos que por culpa del cambio climático mueren ahogados por el deshielo de los polos que -oh, qué bien- abrirá nuevas rutas marítimas que seguro aprovecharán los gobiernos que se disputen ese preciado territorio para seguir agotando más los recursos naturales, para seguir esquilmando, expoliando y destruyendo lo poco que queda. Somos capaces de cualquier cosa por el poder, por el dinero.
Gorilas con quienes compartimos casi el 99% de nuestro Adn decapitados, ballenas preñadas que son asesinadas impunemente, toros que mueren lentamente, vejados y acribillados como entretenimiento para alimentar una industria millonaria que para colmo de la desfachatez, pretende que esta barbarie forme parte de las señas de identidad y la cultura de este país.
Hace poco alguien me dijo: Todos vamos a morir. Lo único que podemos elegir es el modo en que queremos hacerlo: Solos, acompañados o enamorados, con las cuentas saldadas o no, alegres, enfadados o desesperados.

Suerte de los que pueden elegir.

Si las atrocidades de este mundo se las reparten entre el dominador, el dominado y el espectador indiferente, poco me importa cómo mueran todos ellos. Lo que me importa es cómo mueren por culpa de esta supremacía enfermiza el resto, seres vivos con idéntico derecho a habitar en paz este maravilloso planeta.

Estas son declaraciones de una tiparraca liberal: "El planeta está al servicio del ser humano porque el ser humano es el centro".
Ana, Anita, Anuchi.. eres rematadamente idiota. Es posible que tu marido se crea el (o del) centro (político y del universo) pero tú eres una maldita y peligrosa ignorante. ¿A quién coño se le ocurrió darte el cargo como concejala de Medio Ambiente con esas ideas?

La Tierra no está para satisfacer todas nuestras necesidades (sean del tipo que sean), no hemos venido a explotar, a producir, a consumir y vuelta a empezar para que siga girando esta noria infernal que hace ricos a unos pocos y condena a malvivir y a morir el resto del planeta. Somos responsables de cada uno de nuestros actos.

En "El imperio del consumo" Eduardo Galeano dice "Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar".

En esta maldita civilización ya no descansa nada ni nadie..

7 comentarios:

Fet dijo...

Y yo que venía de la siesta...

Maya dijo...

Y qué cuajo tienes..

Más claro, agua dijo...

Si la Naturaleza no fuese tan benévola, hace ya tiempo que un mal rayo habría partido a la Anita esa de los coj...

Anónimo dijo...

Cuánto daño hace creerse el ombligo del mundo. Cuánto daño ha hecho creer en Dios. A pesar de todo estoy deseando abrazar a mi hija mañana cuando se despierte; su mirada refleja lo hermoso que aún puede llegar a ser el mundo.

Josu Sein dijo...

Ana es tonta. Y punto. Se quedó en parbulitos. La gente tonta que trata de parecer inteligente y tiene algo de poder puede ser peligrosa.
Siempre recomiendo el relato corto de Neil Gaiman "Pasteles de bebé" (creo que ya te lo dije), que viene en su recopilatorio de relatos "Humo y espejos", como metáfora de lo que los humanos (adultos) podrían llegar a hacer cuando nos carguemos a todos los animales no humanos, con la estúpida excusa de que "no piensan porque no hablan", o sea, como los bebés.
Definitivamente, hay demasiada gente en el mundo.

Anónimo dijo...

Cuando no queden peces, cuando no existan arboles, cuando el último mamífero desaparezca, descubriremos que el dinero no se puede comer.
Y como a toda plaga nos llegará nuestro momento. La naturaleza es sabia, lenta pero sabia...

Raimunda dijo...

Ahh! Galeano! ¡qué grande!
Encantada de pasarme por aquí. Comparto tu rabia por la destrucción que hemos perpetrado y que no se detiene..gracias sobre todo a gente que piensa como la estúpida señora de ánsar, aunque no me excluyo de la culpa, que también yo pertenezco a esta miserable especie.
Otro descubrimiento más en la blogocosa, que ya te tenía gilada de algún sitio común que visitamos..;)
Besos guapa.