sábado, 25 de octubre de 2008

I still can't believe

Hoy es uno de esos días que me dedico a navegar por la web y leer noticias que me manda mi queridísima hermana. Leo el blog de Anatoli y de cómo los dirigentes de las organizaciones más egoístas e hijas de puta del mundo como son el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional (según investigaciones del sabueso de Anatoli) deberían someterse a castración química ya que su vida privada les llevó a descuidar sus obligaciones desencadenando así parte de esta crisis mundial.

Leo por otro lado que Esperanza Aguirre declara que lo que está ocurriendo actualmente en el mundo es debido al excesivo intervencionismo del Estado (!!!) y pienso: Esta tía está como una puta cabra. Y me entra una especie de mala hostia interior cuando pienso: Coño, y por qué la votan??.

Después leo un artículo sobre los niños rata. Niños que malviven en los subterráneos de Ulan Bator, en Mongolia porque no tienen donde dormir. Conviven con las ratas y se abastecen de lo que recogen aquí y allá mientras un gobierno impasible y podrido hace la vista gorda.

Recuerdo la reunión de los G8 -creo que fue ocho el número de dirigentes de países con ínfulas de ricachón mierdoso prepotente- en la que hablaron de ayudas urgentes a paises subdesarrollados jodidos por la actual escalada de precios y el aumento del crudo. Después de sus discursos huecos y sus promesas de humo, aún tuvieron la desverguenza de sentarse a la mesa a ponerse ciegos con 19 platos preparados por un prestigioso chef que llamó al menú "Bendiciones de la tierra y el mar" mientras más de la mitad de la población mundial se muere de hambre.

Meses después todos los paises anuncian que inyectaran cantidades desorbitadas de capital a la banca para el rescate de hipotecas, según sus términos: para reactivar el mercado. Pero la realidad nos confirma que tal como decía anoche el reportaje de cuatro, la mayoría de hijos de puta que jugaron a la Bolsa como si fuera el monopoly e hicieron inversiones descabelladas, no sólo se han ido de rositas sino que además, se les ha pagado fuertes indemnizaciones por despido.

Luego el diario Público habla de propuestas para refundar el capitalismo. Pues toma nota de la mía, Escolar: Su propia autodestrucción.

Con noticias como éstas... cómo voy a CREER?

7 comentarios:

Fet dijo...

Depende de lo que se crea. No desde luego en dioses o autoridades. Sí en un amigo, una canción, una función matemática o un buen libro.
O así.

Anónimo dijo...

És una de les millors síntesis que has fet. Com em deia una persona major l'altre dia, " conforme passa el temps vas creent menys en res". Només es pot salvar el carinyo que sents pels teus: familia, amics, animals. Justícia, estat, ajuda als necessitats, progrés...

Són paraules que han perdut la seua lletra majúscula i s'han convertit en paper mullat.

Maya dijo...

Ni dios ni patria ni amo, Fet.
Cuando digo creer estoy hablando de tener fe, esperanza, ilusión en el mundo, en la gente.. Parece una ñoñería decir esas palabras pero la realidad es que sin todas ellas, es difícil mantener una sonrisa que no tenga el regusto amargo. Por algo dicen que la ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe.

El individualismo forma parte de la cara oscura del capitalismo. Te preocupas de lo que te toca, de tu círculo más íntimo y el resto lo sentimos extraño, como si no nos perteneciese. Como decía Susanita desperezándose después de leer el periódico con Mafalda y encontrar noticias sobre guerras, hambre, injusticias.. "Ahhhhh.. por suerte el mundo queda tan lejos".
Gracies per compartir el mateix sentiment.
Pd. Ja saps que se'm resisteix el valencià.

Administrador dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

¡Dios mío! ¡Este blog es de izquierdas!

Maya dijo...

Soy una progre trasnochada y agitadora de masas, Jota!!!

Josu Sein dijo...

No dejes nunca de creer, querida Maya, que eso te hace una mujer muy especial. Un amigo de Barna en su messenger tiene la siguiente frase con el juego de palabras: "Creer x Crear hasta los confines de la sensibilidad.